Conflictos en la Educación Superior
CONFLICTOS EN LA EDUCACIÓN
SUPERIOR
Por:
ALEJANDRA IXCHEL GÓMEZ GONZÁLEZ
Enero de 2013.
“CONFLICTOS EN LA EDUCACION SUPERIOR”
El
presente documento pretende abordar algunos de los problemas actuales por los
que atraviesan hoy en día las universidades y que han afectado de manera
directa al sistema educativo de nuestro país llevándolo a un constante rezago
educativo que lejos de disminuir va en aumento; en la actualidad el sistema
educativo en nuestro país se encuentra en un periodo de decadencia y crisis,
debido a múltiples factores que se desarrollan al mismo tiempo y que repercuten
finalmente en la educación. Haciendo un análisis de lo general a lo particular,
considero que estos factores que generan conflictos en las universidades son
las tendencias mundiales en las que todas las sociedades tienen que
incorporarse, los avances tecnológicos y la ciencia, las políticas educativas
que se diseñan desde el gobierno, la organización institucional y
administrativa al interior de las universidades, la deserción escolar, los
apoyos económicos que se otorgan a las universidades, entre otros.
Retomando
a Hurtado (2001), es importante cuestionar las tendencias del debate
educativo que se están dando a nivel
mundial y que no dejan de repercutir en nuestras universidades; la primera de
estas tendencias es la famosa globalización que para el caso de
nuestro país ha tenido efectos negativos ya que sólo integra a las economías
altamente industriales; es decir, sólo los países desarrollados tienen los
suficientes ingresos económicos para invertir en educación de calidad para sus
universidades; por lo que por muchos esfuerzos que el gobierno hace por mejorar
nuestros centros universitarios siguen teniendo un rezago educativo comparado
con otros a nivel mundial; con ello es cierta la idea de este autor al
mencionar que “los que no logran
incorporarse a este fenómeno se quedan
fuera y no se sentarán en la mesa de los dioses” (Hurtado,2001:65).
La
globalización genera disparidades económicas dentro de la sociedad, por lo que
los ingresos por familia son distintos y esto a su vez se ve reflejado en la
educación; ya que el nivel de estudios que un joven puede tener tiene una
estrecha relación con los recursos económicos que tenga su familia; es decir,
no todos los jóvenes tienen posibilidades de acceder a una educación
universitaria, no todos pueden pagar colegiaturas o comprar útiles y libros
para estudiar; por lo tanto, los pocos jóvenes que entran a las universidades
no son garantía de que se conviertan en futuros profesionistas, dando paso con
ello a la deserción escolar que se
vive en todos los niveles educativos desde la educación básica hasta la
universitaria.
La
segunda tendencia que está afectando dentro del ámbito educativo de nuestro
país y más específicamente al interior de las universidades son los avances en
ciencia y tecnología; los avances tecnológicos son tan acelerados que un
producto se vuelve obsoleto casi inmediatamente después de que sale al mercado
debido a que un modelo más nuevo ya está en preparación; por lo tanto es muy
difícil que logremos estar al mismo nivel de los avances de la tecnología y lo
que no deja de crecer es ese abismo
entre los que tienen acceso a la incorporación de esa tecnología y los
que no cuentan con los recursos económicos para ser parte de ella.
El
diseño y aplicación de políticas han sido causa de conflictos en nuestras
universidades, como lo menciona Porter (2003), en su documento La Universidad
de Papel donde hace una crítica a la
forma en que se gobierna en la educación superior y plantea que “ante un futuro incierto, nuestra desgastada
cultura política, sumada al difícil momento de transición histórica que vivimos
puede estar anticipando sorpresas”. Lo cual es una situación muy real, ya
que hoy en día el diseño de políticas enfocadas a la educación ha tenido una
serie de objetivos mal planteados y enfocados fuera de la realidad social. La
educación superior se encuentra alejada de la demanda laboral empresarial
social y gubernamental; por lo que se encuentra en constantes cambios que no
resuelven la problemática ya que cuando se está empezando a implementar y a
entender una política educativa, que no es evaluada adecuadamente, ya se está
en el diseño de otra; en nuestro sistema de gobierno la política se queda en el
simple discurso ya que su vigencia se pierde al momento de salir de la imprenta
y envejece antes de encontrar un lugar en el librero.
Algunos
de los problemas por los que no se han llevado de manera adecuada las políticas
son:
“La incomunicación vertical de nuestro
sistema, evidente en las oficinas directivas, a la que se le suma la
incomunicación horizontal, hace que los pequeños detalles, no explícitos en las
políticas, se encuentren más cerca de la realidad cotidiana que viven los
subordinados, que la declaración directiva” (Porter, 2003:54).
Este
fenómeno se lleva a cabo cada año en los
talleres generales de actualización que se imparten a los profesores, ya que
dichos cursos son diseñados por especialistas en materia educativa, los cuales bajan
esta información a las autoridades superiores estos a los supervisores y
directivos escolares y finalmente a los docentes, lo cual genera una pérdida y
distorsión de la información, ya que cada una de estas estructuras de la
pirámide le dan su propia interpretación y cuando esta llega a la base, el
fundamento y objetivo de las políticas educativas ya es otro totalmente
distinto al original.
Otra
cuestión importante que afecta la educación en nuestro país es la que está en
relación a la ciencia que se enseña en nuestras instituciones educativas, ¿es
la ciencia de mañana, es la de hoy, o es, lo que parece ser lo más común, la
ciencia ya superada de ayer, la que se imparte en nuestras universidades?; es
decir, “el conocimiento que se imparte en
los centros educativos no es el conocimiento innovador sino que lleva un rezago
de dos décadas aproximadamente con respecto a los países industrializados; por
lo que, el universo de la ciencia y tecnología está altamente concentrado en
algunos sitios del mundo industrializado:
en las universidades de excelencia, en los laboratorios de las grandes
empresas, en los centros de investigación consagrados donde existe la masa
crítica necesaria para avanzar en el proceso de producción de la producción del
conocimiento científico” (Hurtado, 2001:67); esto es lo que ha dado lugar a
lo que llamamos en nuestro país como la
fuga de cerebros, que no es más que la salida de jóvenes y profesionistas
altamente capacitados, talentosos y dedicados a la investigación que huyen a
otros países en búsqueda de mejores oportunidades de empleo y éxito; la salida
de estos talentos promueve que en nuestro país no contemos con científicos e
investigadores y para los países en donde se logran instalar incrementa el
desarrollo científico y por lo tanto, mejora su nivel educativo.
Es
importante hacer una recapitulación histórica de lo que ha sucedido en el
funcionamiento interno administrativo de las universidades, ya que estos
aspectos también han sido causales de conflicto (Zarate, 2011); la gobernabilidad
institucional ha cambiado en el transcurso de los años en estrecha relación con
cambios observados en el país y también con ocurridos con el comportamiento de
actores al interior de la universidad. Por ejemplo, en los años setenta la
gobernabilidad estaba fuertemente influida por la necesidad de expandir la
matrícula, que dio lugar a un crecimiento no regulado, en un contexto de
recursos públicos crecientes, con la emergencia de nuevos actores internos como
los académicos como profesión emergente y el sindicalismo.
Los
años ochenta se iniciaron con una declaración constitucional de la autonomía
universitaria que señalaba las posibilidades de gobernabilidad institucional en
una situación de una fuerte restricción de recursos que puso énfasis en la
preservación de las universidades como instituciones socialmente necesarias. La
crisis económica de esta década impacto negativamente la formación y el salario
de los trabajadores universitarios, y dio lugar a comportamientos crecientes de
falta de compromiso institucional.
La
incapacidad de las universidades para encontrar salidas a la crisis y la
escasez de recursos públicos propició que el gobierno federal tomara un papel
hegemónico en la modernización de las universidades estableciendo, con el concurso
de las instituciones, un conjunto de programas académicos para dotar de
recursos adicionales a las universidades. Por esta razón, la gobernabilidad
puso énfasis en la aceptación de los programas públicos establecidos por el
gobierno federal y la adaptación de la estructura institucional para dar
respuesta a la política pública.
Por
otra parte y haciendo un acercamiento al interior de las universidades y con
base a López Zarate (2011), existen cuatro cuestiones que inciden en el
gobierno universitario: los condicionamientos de diferentes grupos internos a
la institución que limitan o posibilitan su gestión, la reacción de los
rectores ante la necesidad de instrumentar las políticas públicas diseñadas y
aplicadas en la última década, el impacto que tiene en su gestión el contar con
un plan de desarrollo institucional y finalmente la influencia de diversos
agentes externos a la institución. Dentro de estos agentes externos se
encuentran los recursos económicos que el gobierno otorga a las universidades,
ya que es no es mismo para las instituciones públicas que las privadas, las
universidades privadas siempre están y se han encontrado en mayor ventaja que
las universidades públicas, reciben mayores recursos, cuentan con mayor
tecnología e infraestructura; aunque es importante destacar que esto no tiene
nada que ver con los logros académicos de sus estudiantes, porque en los
últimos años se ha mencionado que el hecho de que un joven estudie en una
escuela privada no es garantía de éxito y en muchas ocasiones los estudiantes
de las universidades públicas han mostrado tener una mejor preparación
profesional y ética.
Desde
mi particular punto de vista, la universidad se ha convertido en productora de
desempleados, lo que se origina en una mala planeación de la oferta de
programas educativos, lejos de la realidad, sin prevención del análisis de
mercados laborales, generando el subempleo y el abaratamiento de la educación
superior donde los jóvenes a pesar de tener un papel de acreditación se ven
obligados a desempeñar trabajos para los que no fueron preparados o a nivel
técnico, no cumpliéndose la política educativa que estaba planteada cuando
cursaron una carrera de nivel superior. La desesperanza de los estudiantes de
lograr una movilidad social a través de una carrera se está presentando
actualmente en todas las aulas universitarias públicas principalmente. Esto
genera conflictos de violencia en nuestra sociedad y manifestaciones a favor de
líderes falsos que nos han llevado a un estado de crisis
socio-económica-cultural.
Por lo
tanto considero de gran importancia retomar lo planteado en la Conferencia
General de la UNESCO de 1991, en donde la Comisión Internacional sobre la
Educación y el Aprendizaje en el siglo XXI, señaló que para que la educación
haga frente a los desafíos y conflictos señalados anteriormente “los grandes
problemas de la humanidad deben ser resueltos en forma total mediante el aporte
de varias disciplinas y la conjunción de políticas económicas y sociales, entre
las cuales la educación ocupa solamente un espacio privilegiado pero parcial
(Hurtado,2001:71); es decir, la educación debe ir más allá del desarrollo
económico, debe servir para promover el desarrollo humano, para mejorar y
enriquecer la vida de todos los seres humanos, debe ser una educación integral
que considere los principios fundamentales de la educación:
a) Aprender a conocer.
b) Aprender a hacer.
c) Aprender a ser.
d) Aprender a vivir juntos.
No
obstante, nuestro papel como docentes es de vital importancia en el
mejoramiento de nuestro sistema
educativo, ya que como docentes frente a grupo tenemos la capacidad de influir
en nuestros alumnos y fomentarles la idea de que en un mundo global como el de
hoy, el estudiante que no se prepara se queda excluido y no puede aspirar a
mejores niveles de vida ni oportunidades de superación, por lo que su
mentalidad debe cambiar y ser más ambiciosa porque todo será para su beneficio.
Y también como docentes no debemos
olvidar que la mejor forma de enseñar es con el ejemplo; es decir, nosotros no
debemos caer en una zona de confort y conformismo, debemos buscar nuestra
propia superación personal y continuar preparándonos y actualizando para que de
esta forma el conocimiento que transmitamos a nuestros alumnos sea innovador.
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