Hoy en día existe sin duda
una gran interrogante que nos lleva a pensar lo mismo que muchos estudiantes,
pedagogos, maestros y doctores de la educación,
plantear una posible solución al
estancamiento de nuestro sistema educativo nacional, no solo en la educación
primaria, o a nivel secundaria sino también para la educación media superior y
superior.
Dónde está el mal que aqueja
a millones de estudiantes mexicanos, ¿en la falta de actitud del estudiante?,
¿en la falta de preparación de nuestros maestros?, o ¿en la falta de
estrategias cognitivas?, estas solo son algunas interrogantes. La filosofía
como el quehacer más propiamente humano siempre en búsqueda del conocimiento
universal, le abre las puertas a la filosofía de la educación para que de
manera particular manifieste sus propias expectativas respecto a lo que
requiere nuestra educación.
La metafísica como rama de la filosofía, desde sus
primeras acepciones referidas por Aristóteles como “todo lo que se encuentra
más allá de los libros de física” expresa
un carácter racional, pero apegado al Ethos, es decir, a la moral del hombre, a
los valores inmersos en el ser humano, la metafísica como su nombre lo indica
va más allá, la metafísica trasciende de lo importante “La realización moral
lleva en sí la autorrealización a través
de las atracciones del valor”. 1
La filosofía de la educación
y la metafísica constituyen entonces el ejercicio primario para crear modelos
educativos que se puedan aplicar y desarrollar de manera integral en vías del
desarrollo del estudiante, las teorías que hasta hoy se han manejado necesitan
un estudio analítico para poder desarrollar paradigmas como lo menciona Thomas
Kunh en su obra “Sobre las revoluciones científicas” que reformulen nuevas
teorías para crear modelos que realmente beneficien en la educación y la
enseñanza. “La transición sucesiva de un
paradigma a otro por medio de una revolución es el patrón usual de un
desarrollo de una ciencia madura”. 2
Las viejas teorías educativas hoy se consideran por
algunos pedagogos como un lastre dentro del sistema educativo cuando estas
teorías hoy reflejan la enseñanza y
educación de muchos personajes ejes de trascendencia de nuestra sociedad; la
aparición de nuevos elementos y reformas
que se han venido generando o simplemente copiando de modelos
occidentales, considerando las ya
existentes inadecuadas y obsoletas; pero vayamos a recordar cómo era nuestra
educación hace cincuenta años para poder hacer un análisis comparativo de estas
dos épocas de la educación,
¿nos enseñaban o realmente
nos educaban?.
Si partimos de que el hombre
educado es aquel que ha logrado desarrollar sus capacidades intelectuales, y
así mismo es sensible a asuntos concernientes
a la moral y a la estética (tal como la estudio (E. Kant), en vías de
desarrollo de una sociedad más estable. Mientras tanto la enseñanza consiste en
organizar los elementos adecuados propios del ser humano como actitudes,
destrezas para su desarrollo de acuerdo a aptitudes individuales, entonces el
hombre actual tiende a conocer más no a saber.
Los educados de los años
cincuenta mostraban aprendizaje y educación aún sin contar con el desarrollo de
las Tics, sin embargo, hoy nuestros estudiantes solo muestran conocimiento,
pero un conocimiento superficial de los elementos o teorías simplistas de
nuestra educación. “Saber”, por supuesto
que el educando necesita saber, no basta solo conocer, el aprendizaje debe
constatar la comprensión abarcadora que le dé sentido a los conocimientos
adquiridos clase a clase para que exista la relación con nuestra existencia,
puesto que queremos estudiantes que se eduquen en y por el aprendizaje, que sea
generado por aquellas personas que realmente quieran y tengan la intención de
que el alumno realmente aprenda, me refiero al buen maestro o a los buenos
maestros quienes deben considerar las características naturales de sus alumnos
para tener éxito en su encomienda. “La educación es el arte de desenvolver
armónicamente todas las facultades del estudiante, para que pueda llegar a
vivir como hombre social”. 3
Las tendencias educativas
sin el afán de manejar el adoctrinamiento por supuesto que se apegan al
carácter utilitarista de acuerdo al mundo globalizado en el cual vivimos, es
decir, aprendemos pero no nos educan, aunque si nos utilizan como parte de este
mal proceso educativo. “Sera cierto que nuestros altos mandos quieren
hombres-robot y no hombres-pensantes”. Entonces donde queda la moral, la
educación moral o ese eje rector del ser humano que se genera dentro de las
aulas como parte integral de la educación no como rama extraordinaria de la
misma, sino como otra parte de esa verdad redonda o bellamente circular llamada
educación.
El error está en que los estudiosos de la educación
confunden el significado de la
metafísica, y perciben a la moral como una ciencia de carácter relativo que es
manipulable o fácilmente conductible. Por supuesto que la educación moral es
necesaria dentro de la educación, puesto que no se habla de ideas distintas
estamos hablando de la educación y esta no es relativa a ninguna otra, puesto
que
la educación se debe manejar
como un todo y si le faltara algo
entonces se rompe la perfección de la verdad bellamente circular, llamada
educación.
La Filosofía
de educación entonces, refiere al pensamiento libre pero sistemático ejercida
por una persona que quiera realmente hacer ciencia a través de la autoridad,
los valores (libertad, igualdad, justicia, democracia) la disciplina y el
desarrollo armónico de todas las facultades: Físicas, sociales, intelectuales,
morales, estéticas y espirituales del ser humano, de acuerdo con la jerarquía
esencial de las mismas, para la utilidad individual y social, cuyo fin último
es la verdad perfecta, es decir, la educación debe ser orientada a lo que es el
bienestar de la sociedad. “Un principio del arte de la educación, en el que
deberían fijarse especialmente los encargados de dirigirla, es el que no se
debe educar a los niños conforme al presente, sino conforme a un estado
superior, más perfecto, posible en el porvenir de la especie humana”. 4
La tarea de la
filosofía de la educación es tratar de
ayudar al maestro a encontrarse a sí mismo y adquirir una visión cimentada en
al epistemología, es decir, en bases racionales sobre el sentido de su vida.
Eso contribuirá en la formación y en la orientación de los alumnos.
Citas
bibliográficas:
1 Eusebio Castro, Ética, p. 50.
2 Thomas Samuel
Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, p. 36.
3 Luis G.
Álvarez, El problema educacional, p. 5.
4 Emmanuel
Kant, La metafísica de las costumbres, p. 48.
Bibliografía
Castro, Eusebio, Ética,
UNAM, México, 1968
Thomas Samuel Kuhn, Las
estructuras de las revoluciones científicas, Fondo de cultura económica,
México, 1993.
Álvarez, Luis G. El
problema educacional, UNAM, México, 1960
Kant, Emmanuel, La
metafísica de las costumbres, Tecnos, Madrid, 1989.
Freinet, C. La educación
por el trabajo, Fondo de cultura económica, México, 1971.
Comentarios
Publicar un comentario