Filosofía para la educación.
Por: Elvia Alejandra López Téllez 

Hoy en día existe sin duda una gran interrogante que nos lleva a pensar lo mismo que muchos estudiantes, pedagogos, maestros y doctores de la educación,  plantear una  posible solución al estancamiento de nuestro sistema educativo nacional, no solo en la educación primaria, o a nivel secundaria sino también para la educación media superior y superior.
Dónde está el mal que aqueja a millones de estudiantes mexicanos, ¿en la falta de actitud del estudiante?, ¿en la falta de preparación de nuestros maestros?, o ¿en la falta de estrategias cognitivas?, estas solo son algunas interrogantes. La filosofía como el quehacer más propiamente humano siempre en búsqueda del conocimiento universal, le abre las puertas a la filosofía de la educación para que de manera particular manifieste sus propias expectativas respecto a lo que requiere nuestra educación.
La metafísica como rama de la filosofía, desde sus primeras acepciones referidas por Aristóteles como “todo lo que se encuentra más allá  de los libros de física” expresa un carácter racional, pero apegado al Ethos, es decir, a la moral del hombre, a los valores inmersos en el ser humano, la metafísica como su nombre lo indica va más allá, la metafísica trasciende de lo importante “La realización moral lleva en sí la autorrealización a través  de las atracciones del valor”. 1
La filosofía de la educación y la metafísica constituyen entonces el ejercicio primario para crear modelos educativos que se puedan aplicar y desarrollar de manera integral en vías del desarrollo del estudiante, las teorías que hasta hoy se han manejado necesitan un estudio analítico para poder desarrollar paradigmas como lo menciona Thomas Kunh en su obra “Sobre las revoluciones científicas” que reformulen nuevas teorías para crear modelos que realmente beneficien en la educación y la enseñanza.  “La transición sucesiva de un paradigma a otro por medio de una revolución es el patrón usual de un desarrollo de una ciencia madura”. 2
Las viejas teorías educativas hoy se consideran por algunos pedagogos como un lastre dentro del sistema educativo cuando estas teorías hoy  reflejan la enseñanza y educación de muchos personajes ejes de trascendencia de nuestra sociedad; la aparición de  nuevos elementos y reformas que se han venido generando o simplemente copiando de modelos occidentales,  considerando las ya existentes inadecuadas y obsoletas; pero vayamos a recordar cómo era nuestra educación hace cincuenta años para poder hacer un análisis comparativo de estas dos épocas de la educación,

¿nos enseñaban o realmente nos educaban?.

Si partimos de que el hombre educado es aquel que ha logrado desarrollar sus capacidades intelectuales, y así mismo es sensible a asuntos concernientes  a la moral y a la estética (tal como la estudio (E. Kant), en vías de desarrollo de una sociedad más estable. Mientras tanto la enseñanza consiste en organizar los elementos adecuados propios del ser humano como actitudes, destrezas para su desarrollo de acuerdo a aptitudes individuales, entonces el hombre actual tiende a conocer más no a saber.
Los educados de los años cincuenta mostraban aprendizaje y educación aún sin contar con el desarrollo de las Tics, sin embargo, hoy nuestros estudiantes solo muestran conocimiento, pero un conocimiento superficial de los elementos o teorías simplistas de nuestra  educación. “Saber”, por supuesto que el educando necesita saber, no basta solo conocer, el aprendizaje debe constatar la comprensión abarcadora que le dé sentido a los conocimientos adquiridos clase a clase para que exista la relación con nuestra existencia, puesto que queremos estudiantes que se eduquen en y por el aprendizaje, que sea generado por aquellas personas que realmente quieran y tengan la intención de que el alumno realmente aprenda, me refiero al buen maestro o a los buenos maestros quienes deben considerar las características naturales de sus alumnos para tener éxito en su encomienda. “La educación es el arte de desenvolver armónicamente todas las facultades del estudiante, para que pueda llegar a vivir como hombre social”. 3
Las tendencias educativas sin el afán de manejar el adoctrinamiento por supuesto que se apegan al carácter utilitarista de acuerdo al mundo globalizado en el cual vivimos, es decir, aprendemos pero no nos educan, aunque si nos utilizan como parte de este mal proceso educativo. “Sera cierto que nuestros altos mandos quieren hombres-robot y no hombres-pensantes”. Entonces donde queda la moral, la educación moral o ese eje rector del ser humano que se genera dentro de las aulas como parte integral de la educación no como rama extraordinaria de la misma, sino como otra parte de esa verdad redonda o bellamente circular llamada educación.
El error está en que los estudiosos de la educación confunden el  significado de la metafísica, y perciben a la moral como una ciencia de carácter relativo que es manipulable o fácilmente conductible. Por supuesto que la educación moral es necesaria dentro de la educación, puesto que no se habla de ideas distintas estamos hablando de la educación y esta no es relativa a ninguna otra, puesto que
la educación se debe manejar como un todo  y si le faltara algo entonces se rompe la perfección de la verdad bellamente circular, llamada educación.

La Filosofía de educación entonces, refiere al pensamiento libre pero sistemático ejercida por una persona que quiera realmente hacer ciencia a través de la autoridad, los valores (libertad, igualdad, justicia, democracia) la disciplina y el desarrollo armónico de todas las facultades: Físicas, sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales del ser humano, de acuerdo con la jerarquía esencial de las mismas, para la utilidad individual y social, cuyo fin último es la verdad perfecta, es decir, la educación debe ser orientada a lo que es el bienestar de la sociedad. “Un principio del arte de la educación, en el que deberían fijarse especialmente los encargados de dirigirla, es el que no se debe educar a los niños conforme al presente, sino conforme a un estado superior, más perfecto, posible en el porvenir de la especie humana”. 4
La tarea de la filosofía de la educación  es tratar de ayudar al maestro a encontrarse a sí mismo y adquirir una visión cimentada en al epistemología, es decir, en bases racionales sobre el sentido de su vida. Eso contribuirá en la formación y en la orientación de los alumnos.
Citas bibliográficas:
1  Eusebio Castro, Ética, p. 50.
2 Thomas  Samuel  Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas,   p. 36.
3 Luis G. Álvarez, El problema educacional, p. 5.
4 Emmanuel Kant, La metafísica de las costumbres, p. 48.

Bibliografía
Castro, Eusebio, Ética, UNAM, México, 1968
Thomas Samuel Kuhn, Las estructuras de las revoluciones científicas, Fondo de cultura económica, México, 1993.
Álvarez, Luis G. El problema educacional, UNAM, México, 1960
Kant, Emmanuel, La metafísica de las costumbres, Tecnos, Madrid, 1989.
Freinet, C. La educación por el trabajo, Fondo de cultura económica, México, 1971.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LAS TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION Y LA COMUNICACION (TIC) EN LA EDUCACION