La evaluaciòn en Mèxico: entre la esperanza y la desilusiòn

*Por Fernando Alberto Luna Melèndez

Resultados de pruebas con carácter nacional e internacional, alertan sobre la deficiente competitividad de los alumnos mexicanos, en comparación con estudiantes que se encuentran en otros países. Preocupaciones aparentes se difunden cotidianamente en los principales medios de información, en voces de los que representan el poder, dentro de la que incluyen autoridades de Estado y sindicales. Como se puede observar, la evaluación educativa se ha convertido en política de Estado, sin embargo ¿Cuál es el sustento filosófico que la orienta?. Hasta el momento ¿ha tenido impacto positivo en la sociedad o ha sido mera desilusión? ¿Cómo convertir la evaluación en motor para la búsqueda de la utopía educativa?. Las preguntas mencionadas evidencian por un lado el uso político que se le dá a la evaluación, lo que desafortunadamente apunta hacia la desvaloracización/exclusión y al beneficio de una elete de poder, pero también los cuestionamientos invitan a la transformación, partiendo de la ubicación justa de los alcances de la evaluación. Precisamente el presento escrito tiene la finalidad de poder aportar desde la argumentación, elementos de debate que permitan retroalimentar la conciencia de mis compañeros docentes, con miras a un mejor enfoque de los procesos valorales.

Para efectos metodológicos, epistemológicos y axiológicos, la evaluación en el presente ensayo es considerada, como proceso reflexivo, sistemático y riguroso, que tiene como finalidad objetivar lo subjetivo, para emitir juicios de valor y tomar decisiones congruentes con principios éticos, lo que significa de acuerdo a mi interpretación, que ninguna evaluación es válida sino está sustentada en el respeto por los otros.

Para poder abordar el sustento filosófico que respalda la propagación de la evaluación como eje fundamental de transformación de los sistemas educativos, me remitiré al contexto internacional. En el planeta se han establecido organismos reguladores de la economía, como lo son: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo a Junjo Torres (2001) el objetivo principal de su existencia es la orientación de la sociedad y como consecuencia necesaria se originan reorientaciones de políticas educativas. Sin embargo éstas, al plantearse desde ideologías conservadoras bajo la propuesta neoliberal, acaban siendo obstáculo para el desarrollo social.

La evaluación al ser una herramienta fundamental en las transformaciones educativas, corre el riesgo de convertirse en cómplice. Esto tiene sentido al entender el modelo neoliberal dentro del marco capitalista. Dicho modelo propone en esencia la liberación de las economías, es decir, busca eliminar fronteras comerciales, lo que se traduce en la conversión del planeta en un libre mercado. Para poder obtener tales condiciones, es fundamental que los ostentantes del poder económico desarrollen mecanismos que reduzcan, y en determinado momento, eliminen la intervención del Estado. Esto se puede dar a través de la reorganización de las formas de producir, lo que desemboca en la entrega de las instituciones productivas, a empresas transnacionales de capital privado. En el caso de México se pueden mencionar como ejemplos Telmex y ferrocarriles de México. Así que los gobiernos autónomos, libres y soberanos, solo lo son en forma de relativa.

Lo anterior origina como consecuencia la construcción de sociedades alienadas, entes absorbidos por la cotidianidad pasiva, que de acuerdo a Agnes Heller (1975) contribuye a la estaticidad del pensamiento, lo limita. La critica, la creatividad y la transformación son opacadas por la simulación y la superficialidad. El valor que se le da a las personas, es en función de su poder adquisitivo y al nivel de operatividad que demuestra. Entendiendo la operatividad como la eficacia que se muestra para realizar actividades en beneficios de otros.

Miremos las 5 características que propone Herbert Gintis (1995) para hablar con propiedad de la educación de mercado. Esto con la finalidad de poder vislumbrar el papel de la evaluación en México vista desde este enfoque:

1.- Elección. Las familias elegirán los centros de enseñanza a los que acudirán sus hijos e hijas.
2.- Oferta de servicios competitiva. Se autorizará no solo a los centros públicos a ofertar servicios educativos, sino también a empresas privadas, asociaciones de profesores, colectivos sociales etc.
3.- Financiación pública. Toda institución escolar será financiada con fondos públicos en función de una tasa fija por estudiante.
4.- Habilitación. Los centros que reciben fondos públicos deben aceptar estándares referidos a la estructura física de los locales del centro, a la titulación del profesorado, al currículo que desenvolverán, a la política de admisiones del alumnado y a la fuente de fuentes de financiación.
5.- Rendición de cuentas. El rendimiento de los centros escolares, tanto del alumnado como del profesorado, deberá medirse de manera cuantitativa y sus resultados serán públicos.

Lo planteado es fundamental para discernir como se ha entendiendo y aplicando la evaluación en México y el impacto que hasta el momento ha evidenciado. Tomaré como guía el siguiente tópico referente a las características planteadas ¿son confiables los estándares de calidad de profesores e instituciones planteados desde un enfoque simplista? para responder el cuestionamiento me referiré al pensamiento simplista como la contrariedad al pensamiento complejo, desde la perspectiva Mattew Lipman(1998). Por lo que si el pensamiento complejo es la construcción de conclusiones sustentadas en evidencias, en la crítica y en la razonabilidad, el pensamiento simplista es el reduccionismo de las interconexiones existentes en determinado fenómeno, lo que limita la conclusión, y por ende la acción. De tal manera que mi respuesta a la pregunta seria, que no son confiables los estándares de calidad.

Con la intención de ser específico retomaré como punto de referencia la prueba ENLACE. De acuerdo al Instituto de Evaluación Educativa del Estado de México, no es una prueba que aprueba o reprueba. Dicha institución sustenta que es imprudente emitir juicios de valor para calificar o descalificar la calidad de los servicios educativos, por el contrario pretende ser un útil instrumento que pueda proporcionar información valiosa a alumnos, maestros, padres de familia, a la SEP, y de manera general a la sociedad, con la finalidad de mejorar los procesos de enseñanza y de aprendizaje, así como el sistema educativo. Al respecto, considero que a pesar de las aparentes buenas intenciones que enuncian las autoridades educativas en el discurso, es importante exponer que la realidad que vivimos los docentes es otra. Si bien es cierto en México no existe una política educativa de mercado pura, ya se empiezan a establecer fundamentos. En la Alianza por Calidad de la Educación,(acuerdo firmado entre SEP/SNTE) las palabras rendición de cuentas, evaluación y calidad, son protagonistas en el escenario educativo. Es en esta parte donde vislumbro la perversión del sentido real de la evaluación y la falsedad del discurso respecto a la prueba ENLACE. Desde mi perspectiva dicha prueba no tiene solo un uso pedagógico, sino también político. De tal manera que la prueba enlace bajo la mascara de instrumento confiable, dada por el propio Estado, es utilizada también para determinar condiciones laborales (carrera magisterial). Debido a que la prueba se está convirtiendo en un factor fundamental para determinar la calidad o no de centros educativos y de la función docente. El INEE presenta dos dimensiones importantes de la calidad, “ la pertinencia y la relevancia, que expresan la coherencia entre la enseñanza y las necesidades de los alumnos y la sociedad…por lo que el concepto de calidad no puede disociarse del concepto de equidad”. Sin embargo este discurso aún no es palpable en la realidad. Aún se sigue considerando una educación estandarizada para una sociedad desigual. Así que los objetivos, se convierten en ilusiones desperdiciadas al no interpretar y entender congruentemente nuestra realidad.

Por lo anterior considero que la evaluación en México es entendida de manera parcial, solo se ha traducido a pruebas y resultados, los juicios de valor y la toma de decisiones aún no han causado verdadero impacto social, debido a la propia incongruencia interna que presentan. No observo la relación constructiva, evaluación/desarrollo social.




De acuerdo al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la evolución de las principales dimensiones de Sistema de Evaluación Nacional se ha desarrollado a lo largo de dos décadas, partiendo de 1980. Si la intención de la evaluación, es ser una herramienta para la mejora de los procesos educativos y por ende de la sociedad, hasta el momento parece ser que de poco a servido. Eduardo Andere (2003) sostiene que la causa del fracaso monumental del Sistema Educativo Mexicano, es la forma equivocada en que se ha entendido y administrado la política educativa, me permitiría agregar, que aun en la actualidad no hay indicios de que se tomen rumbos correctos.

A manera de supuesto hipotético, puedo plantear que la evaluación apegada a principios éticos en la acción, contribuye al desarrollo social. No olvidemos que la evaluación no tiene un fin para sí, sino que es una herramienta que nos puede orientar para decidir cual de los tantos caminos debemos tomar, en la búsqueda de la armonía social. Para que esto pueda suceder se requiere de una sociedad que con mayores niveles cognoscitivos, que evidencien un pensamiento para la transformación, de tal manera que estoy convencido que nosotros los educadores, bastante podemos aportar desde nuestras aulas, hacia una nueva cultura de la evaluación educativa que con el tiempo pueda reflejarle en una mejor sociedad.

BIBLIOGRAFIA.


ANDERE, Eduardo. La educación en México: un fracaso monumental. Planeta, México, 2003.
GINTIS, Herbert. La política económica en la escuela. Record. Nueva York, 1995.
INNE. Avances de la evaluación educativa en México.INNE, 2006.
LIPMAN. Matthew. Pensamiento complejo y educación. De la Torre, Madrid, 1998.
SEP. Características generales e información de los reactivos aplicados para su uso pedagógico 6° de primaria. ENLACE. SEP. México 2006.
SEP/SNTE. Alianza por la Calidad de la Educación. SEP. México, 2008.
TORRES, JuRjo. Educación en tiempos de neoliberalismo. Morata, Madrid, 2001.

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